Pero tres años después, a mis 53 años, me diagnosticaron cáncer de piel. El tumor creció hasta mi labio.
Frente al cáncer, le propuse matrimonio a mi pareja de largo tiempo, pero enfrentaba la posibilidad de una cicatriz considerable en mi boda.
En abril de 2015, antes de ir a trabajar como asistente de enfermería, noté un pequeño grano en el interior de mi fosa nasal derecha. No pensé mucho en ello, pero semanas después seguía ahí. Mi médico me dio una crema antibiótica, pero no funcionó.
En julio de 2018, el grano empezó a crecer fuera de mi nariz, extendiéndose hasta mi labio superior. Mi cara estaba llena de cicatrices y me veía horrible. Lloraba sin parar.
Regresé al médico y me remitieron a un especialista. Me hicieron una biopsia y escáner. El resultado fue devastador: tenía un tumor canceroso de 2cm por 3cm que se había extendido a la piel de mi labio superior. Necesitaba cirugía, pero quedaría desfigurada.
Le conté a mi pareja, Colin, y le propuse matrimonio. Aunque siempre habíamos estado felices sin casarnos, ahora mis prioridades habían cambiado. Colin aceptó, y planeamos casarnos en Barbados, solo nosotros dos.
En agosto de 2018, tuve mi primera operación. Lograron remover todo el cáncer, así que no necesité quimioterapia ni radioterapia. Me concentré en mi recuperación y en nuestra boda.
Después de más cirugías, me sentía destrozada por las cicatrices. Pero con la ayuda de Look Good Feel Better, una organización que hace maquillajes a mujeres con cáncer, aprendí a disimular mis cicatrices.
El día de la boda, usé los consejos y productos que me dieron para cubrir las cicatrices. Me sentía hermosa. Al caminar por la playa para casarme con Colin, él no podía dejar de mirarme. “Te ves increíble”, me dijo.
Esta es la historia de Tracy, una mujer que superó el cáncer de piel y encontró el amor y la belleza en su día especial.