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Muchos vatos que ponen el cuerno no dejan a su esposa, y acá te van las razones más comunes:
Comodidad: Con la esposa ya tienen todo armado — casa, familia, estabilidad. No quieren perder eso por una aventura.
Miedo al cambio: Les da miedo empezar de cero o quedarse solos. Prefieren lo malo conocido que lo bueno por conocer.
Culpa o compromiso: A veces se sienten mal, sobre todo si hay hijos. Se quedan “por el bien de la familia”.
Confusión emocional: Puede que sí amen a su esposa, pero también les atrae otra persona y se hacen bolas.
Lo neta: Ser infiel no tiene justificación. Una relación chida se basa en respeto y honestidad. Si estás en algo así, lo mejor es pensar bien las cosas y cuidar tu paz antes que seguir en algo que te rompe.