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Un vato casado se mete con una amante porque siente que algo le falta en su casa. Algunas razones comunes son:
-Ya no se siente querido ni escuchado por su esposa.
-La rutina lo tiene harto, y quiere emoción.
-No hay fuego en la cama y busca placer afuera.
-Quiere sentirse deseado, como que aún puede conquistar.
-Hay broncas con su esposa y prefiere escapar que enfrentar.
Pero la neta, muchas veces el problema es él mismo: inmaduro, egoísta, y con ganas de tenerlo todo sin compromisos. Así de simple.