Una noche después de una cita, un chico lleva a su novia de 19 años a casa.
Después de besarse en la puerta de entrada, el chico comienza a sentirse un poco cachondo. Con aire de confianza, se apoya con la mano en la pared y, sonriendo, le dice: “Cariño, ¿quieres, ya sabes, hacerlo?” Horrorizada, ella responde: “¿Estás loco? ¡Mis padres nos escucharán!” Él responde: “¡Oh, vamos! ¿Quién nos va a escuchar a esta hora?” Ella dice: “¡Pero imagínate si nos atrapan!” “¡Oh, vamos!” suplica él. ¡No sabrán, todos están durmiendo!