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Un campesino de 64 años llamado Tomás encontró huevos raros y azules en su terreno después de la lluvia. No sabía qué eran, así que tomó fotos y las mandó a biólogos de la universidad.
Los científicos dijeron que probablemente eran huevos de una rana de madera, que ahora aparece más por el clima húmedo. Las ranas ponen sus huevos en tierra mojada para adaptarse al ambiente.
Tomás cuidó que los huevos tuvieran agua para que las crías pudieran sobrevivir. Esta historia muestra cómo la naturaleza puede sorprender hasta en el campo.