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El hígado es un órgano esencial que filtra toxinas y regula la digestión. Cuando se sobrecarga por mala alimentación, estrés, alcohol o medicamentos, empieza a mostrar señales discretas que no deben ignorarse.
Entre los síntomas más comunes están: cansancio constante, hinchazón abdominal, gases, pesadez después de comer, acné o manchas en la piel, mal aliento persistente, orina muy oscura, heces claras y dolor en el lado derecho del abdomen. También puede dificultar la pérdida de peso.
Para apoyar al hígado, se recomienda comenzar el día con agua tibia con limón, comer alimentos como espinaca, brócoli, alcachofa y rúcula, y usar infusiones de cardo mariano, diente de león o cúrcuma.
Reducir el alcohol, evitar ultraprocesados, hacer ejercicio y controlar el estrés ayudan a desintoxicar y regenerar el hígado. Incluso el ayuno nocturno prolongado puede mejorar su funcionamiento.
Cuidar el hígado es clave para prevenir enfermedades como hígado graso o cirrosis y mantener un bienestar a largo plazo.