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Juliana Marins, una joven brasileña de 26 años, fue hallada sin vida tras caer por un acantilado en el Monte Rinjani, Indonesia. Había desaparecido el 21 de junio durante una excursión en condiciones difíciles, con poca visibilidad y bajas temperaturas. Pese a los intensos esfuerzos de rescate, su cuerpo fue encontrado días después en una zona de difícil acceso.
Juliana, originaria de Niterói, había estado viajando por el sudeste asiático desde febrero. Amante de la naturaleza y los deportes, su muerte ha conmovido a Brasil y a quienes siguieron su historia. Las autoridades investigan las causas exactas del accidente, mientras su familia agradece el apoyo recibido.
Este caso resalta los riesgos de explorar entornos extremos, incluso con preparación, y deja una profunda huella en la comunidad viajera.