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Si duermes sin cerrar la puerta, algunas creencias populares y culturales sugieren que deberías tener cuidado. Esto puede estar relacionado con la seguridad física, ya que una puerta abierta podría ser una invitación para intrusos no deseados o para energías negativas, según ciertas tradiciones espirituales.
En términos prácticos, cerrar la puerta también ayuda a mantener la privacidad, reducir el ruido y controlar la temperatura en la habitación. Por lo tanto, es más una recomendación por motivos de seguridad y comodidad.
