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La «envidia» es una emoción compleja que puede surgir en diversas situaciones y relaciones humanas. En el contexto de una relación extramatrimonial, es común que la amante sienta envidia hacia la esposa del hombre con quien está involucrada. Esta envidia se origina en una combinación de factores psicológicos y sociales y, a menudo, refleja aspectos más profundos de la psicología humana.
La amante podría envidiar a la esposa por la estabilidad y legitimidad que representa el matrimonio. La esposa generalmente tiene un estatus social y legal más seguro, lo que puede hacer que la amante sienta envidia, quien puede sentirse marginada o excluida de esa seguridad y reconocimiento público. Esto puede desencadenar sentimientos de inferioridad y deseo de tener lo que tiene la esposa: una relación establecida y socialmente aceptada.
Otro factor que contribuye a la envidia de la amante es la idealización de la esposa por parte del amante. En muchas ocasiones, las personas involucradas en relaciones extramatrimoniales idealizan la vida y la personalidad de la esposa, lo que puede llevar al amante a sentirse inferior y envidioso. El amante puede percibir a la esposa como la mujer perfecta que tiene todo lo que anhela, lo que aumenta su envidia.
La falta de compromiso y responsabilidad del hombre hacia su amante también puede alimentar la envidia:
A menudo la esposa tiene una posición más fuerte en la vida del hombre, mientras que la amante puede sentirse como una opción secundaria o incluso clandestina. Esta situación puede hacer que el amante envidie la posición privilegiada de la esposa en la vida del hombre y desee tener una relación más comprometida y pública.
El amante también puede experimentar envidia por falta de reconocimiento y apoyo social. La esposa suele recibir apoyo de su familia y amigos, mientras que el amante puede vivir en secreto o en la sombra, sin el mismo nivel de reconocimiento o apoyo emocional. Esta falta de validación social puede intensificar la envidia, ya que el amante puede sentir que su relación es menos valorada o menos significativa.
Además, el amante puede envidiar la historia y los recuerdos compartidos que el hombre tiene con su esposa. Estos recuerdos pueden representar una conexión profunda y significativa que el amante no puede replicar. «La envidia puede surgir cuando la amante siente que se está perdiendo experiencias y momentos especiales que el hombre comparte con su esposa».
Los recursos económicos suelen ser un factor determinante:
La esposa suele compartir recursos económicos con el hombre, lo que puede provocar envidia en el amante si ella se encuentra en una situación económica menos estable. Es posible que la amante desee tener acceso a los mismos recursos y beneficios de los que disfruta la esposa.
Finalmente, la envidia puede ser una respuesta a la culpa y la vergüenza que a menudo acompañan a las relaciones extramatrimoniales. El amante puede envidiar la capacidad de la esposa para vivir su relación abiertamente y sin secretos, lo que puede contrastar con los sentimientos de ocultamiento y secretismo que experimenta el amante. Esta envidia puede ser una forma de proyectar sus propios sentimientos negativos sobre la situación en la esposa.
La envidia que el amante siente hacia la esposa en una relación extramatrimonial se origina en una mezcla de factores psicológicos y sociales. Estos incluyen la idealización de la esposa, la falta de compromiso y reconocimiento, la falta de apoyo social, la envidia de la historia y los recursos financieros compartidos y la proyección de culpa y vergüenza.