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A medida que tu bebé se desarrolla en el vientre materno recibe constantemente mensajes tuyos. No solo escucha tu voz, los latidos del corazón y cualquier tipo de sonido cercano a tu panza, también percibe las señales químicas que envía tu cerebro a través de la placenta. Si tú estás contenta, tu bebé lo percibirá; si tu estás triste, también lo sentirá.
El embarazo puede ser una etapa estresante y abrumadora para la futura madre, pensamientos acerca de si seremos buenas madres, si el bebé nacerá sano y si podremos costear sus necesidades rondan en nuestra mente. Estas preocupaciones pueden conducir a una amplia gama de emociones como la depresión y la ansiedad y podrían afectar el bienestar del bebé.
Un estudio reciente indica que los bebés nacidos de madres embarazadas con depresión son propensos a experimentar alteración en el desarrollo del cerebro, lo que aumenta su vulnerabilidad a las enfermedades mentales. Los expertos no se refieren a que nuestras emociones estén alteradas de vez en cuando a causa de problemas puntuales o cambios hormonales, sino que se refieren a los cambios de humor frecuentes e intensos y que duran más de dos semanas. Estos últimos son los que podrían dar lugar a graves problemas de salud en el bebé.
Efectos secundarios de la depresión en embarazadas
«La idea de que la depresión materna puede influir en el desarrollo del cerebro de sus bebés es muy preocupante», dijo el doctor John Krystal, editor de Biological Psychiatry. «La buena noticia es que este riesgo se puede reducir mediante el control de depresión en la embarazada y el inicio de un tratamiento eficaz».
En un estudio similar, publicado en el British Journal of Psychiatry, los investigadores hallaron que las mujeres que están deprimidas durante el embarazo son más propensas a tener una dieta poco saludable, lo que puede impactar negativamente en el funcionamiento cognitivo del niño más adelante.
Los resultados de los estudios sugieren que no solo se debe ayudar a las mujeres embarazadas a adoptar una dieta más saludable, sino también a tratar la depresión materna en las primeras etapas del embarazo. Esto asegurará una mejor salud física y mental en las madres y en los bebés una vez nacidos.
Así que si estás embarazada y lloras de vez en cuando no te preocupes, tu bebé lo sentirá pero no le causará daño. Sin embargo, si ves que una tristeza pasajera comienza a transformarse en depresión, consulta a tu médico para tratarla lo antes posible, por tu bien y el de tu bebé.