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Soñar con alguien que ya falleció suele ser una señal para recordarlo y orar por su alma. Es una manera en la que se nos invita a hacer una oración o una obra buena en su nombre, ya que ellos ya no pueden hacerlo por sí mismos, pero sí pueden beneficiarse de nuestras plegarias.
Si sueñas con tus padres fallecidos, puede ser un llamado a cuidar de tu familia, actuar con bondad y fortalecer tu fe.

Cuando sueñas con familiares o amigos que ya partieron, puede significar que necesitas valorar más a las personas que tienes a tu alrededor y recordar con gratitud a quienes ya no están.
Soñar con tu propia muerte no es algo negativo; más bien es un recordatorio de que la vida es corta y debemos vivirla con humildad, buenas acciones y un corazón limpio.
En todos los casos, reza por las personas que ves en tus sueños, haz alguna buena acción en su nombre y busca paz interior. Estos sueños pueden ser una manera de invitarte a acercarte más a Dios y purificar tu espíritu.