El conductor del programa Hoy, Paul Stanley, ingresó por sorpresa a La Casa de los Famosos México y tuvo un encuentro con Mario Bezares
En un hecho sin precedentes, el conductor del Programa Hoy, Paul Stanley entra a La Casa de los Famosos y se para frente a Mario Bezares: “estoy en paz contigo”. El hijo del famoso conductor de televisión Paco Stanley participó en la dinámica de “congelados” donde tuvo la oportunidad de dedicarle unas palabras a cada finalista, incluyendo a Mayito.
Paul Stanley y Mario Bezares mantenían una gran distancia desde hace 25 años, tras el crimen de Paco Stanley del que Mayito fue señalado, y aunque el conductor de Hoy aseguraba no guardar rencor hacia el regiomontano, en varias ocasiones manifestó no tener interés en verlo, pues decía que no era la persona que decía ser.
Y es que, en pasadas entrevistas, Paul reveló que durante el funeral de su padre, cuando él tenía 14 años, Mayito se acercó a él para ponerse a su disposición en lo que necesitara, le dio su teléfono, y después ya no lo volvió a ver, pues asegura, le dio el número mal, pensando que lo hizo a propósito.
Paul Stanley se reencuentra con Mario Bezares
Durante la gala del miércoles de La Casa de los Famosos México, y a través de la dinámica de Congelados, Paul Stanley ingresó a la casa y se dirigió a los finalistas, que no se podían mover para nada, dedicándoles uno a uno, unas palabras de aliento y felicitaciones por su desempeño dentro del juego.
Al final, se paró frente a Mario Bezares, y con la voz entrecortada, lágrimas en los ojos y el corazón en la mano, le dedicó unas palabras de reconciliación y sanación, que sacaron las lágrimas de Mayito.
“Primero que nada, estoy aquí porque yo lo decidí. Ha pasado mucho tiempo, ha sido muy difícil para todos nosotros y yo solo quiero decirte que estoy en paz contigo y yo ya solté, porque tengo la cosa más hermosa del mundo, que es mi hija, y quiero una nueva vida y dejar todo atrás. Y te deseo lo mejor a ti y a tu familia, lo has hecho muy bien”, expresó Paul.
Con lágrimas en los ojos, tanto de él como de Mayito, Paul Stanley se despidió y abandonó la casa, sin la oportunidad de que Mario respondiera, pues seguía congelado.