Un hijo fue expulsado de casa de sus padres tras negarse a ser médico como el resto de la familia
Tras llevar una vida aparentemente poco convencional, el hombre triunfó y se convirtió en un exitoso banquero de inversiones. Años más tarde, sus padres le acusaron de mentir sobre su riqueza y le exigieron que les acogiera en su casa.

Algunas culturas esperan que los hijos sean obedientes seguidores de sus padres. Algunas llevan el rigor a otro nivel, exigiendo a los niños que limpien las casas, laven los coches y planchen la ropa de todo el mundo para evitar ser golpeados por una escoba.

Este usuario de Reddit tuvo que hacer todo esto y más. Lo llevó a Reddit para expresar cómo se esperaba de él que se ajustara a los planes de sus padres respecto a su carrera. Ser médico era la única profesión aceptable en la familia de este hombre. Provenían de una larga estirpe de médicos, y sus padres esperaban que él continuara el legado.

Sin embargo, cuando tenía 17 años, dijo a sus padres que no sería médico. En su lugar, les dijo que quería dedicarse a la actuación y a las redes sociales, así como a otros pequeños negocios. Sus padres desaprobaron su plan. Pensaron que no tramaba nada bueno y le echaron de casa.

Durante 17 años perdieron el contacto. Su familia se trasladó al Reino Unido para que sus hermanos pudieran ser médicos. Para alegría de sus padres, su hermano mayor entró en una rara y competitiva carrera de cirugía. Era un neurocirujano especializado en el diagnóstico y la extirpación de tumores espinales.

Durante la pandemia de COVID-19, su familia le dijo que regresaban a Sídney, donde vivía. Lo decidieron para que su hermano mayor pudiera conseguir un trabajo que pagaba 750.000 dólares al año.

En los dos años que volvieron a estar juntos, sus padres nunca le preguntaron por su carrera. El hombre creía que daban por sentado que llevaba un estilo de vida normal en Sídney. Sus padres no se equivocaban: su carrera de actor nunca despegó. Sin embargo, encontró una carrera alternativa como banquero de inversiones y se convirtió en socio del banco en el que trabajaba.

Un día, mientras sus padres buscaban casa con él y sus hermanos, se dieron cuenta de que no podían permitirse comprar una casa en las comunidades en las que querían vivir. A pesar de ser médicos, las casas del norte de Sídney costaban más de 20 millones de dólares, lo cual era mucho para ellos.

Cuando decidieron dejarlo, pidieron ver la casa del hombre antes de salir a cenar. El hombre accedió y les dio la bienvenida a su casa.

Cuando los padres del hombre llegaron a su casa, lo primero que pensaron fue que estaba alquilando una habitación en aquella preciosa casa. Le preguntaron a cuánto ascendía el alquiler, y él les corrigió diciendo que era el dueño de toda la casa.

Sus padres no lo creyeron. Se pusieron furiosos y le acusaron de mentirles durante años y de reunirse con ellos para restregarles en la cara su riqueza “probablemente obtenida ilegalmente”. Entonces declararon que vivirían con el hombre en vez de con su hermano mayor, pues no podían ser vistos viviendo en una casa peor que la de su hijo.

El hombre se burló. Recordó a sus padres que habían elegido mantener a sus otros dos hijos, no a él. También les dijo que tenían más posibilidades de vivir con sus vecinos que con él.

En ese momento, sus padres amenazaron con excluir al hombre de su testamento, a lo que el hombre se encogió de hombros, sin inmutarse. “Les recordé que ni siquiera pueden permitirse comprar en mi zona, así que su testamento y sus bienes no me importan”, explicó el hombre.

Tras la desagradable conversación, los padres del hombre se negaron a hablar con él. Sus hermanos le dijeron que debería haberles informado proactivamente sobre su situación financiera, pero él argumentó que no necesitaba hacerlo, ya que su perfil de LinkedIn era público, pero nunca se molestaron en buscarlo.

El hombre se preguntaba ahora si era duro por lo que había hecho. No se sentía obligado a ayudar a sus padres después de que le dejaran de lado durante 17 años y sólo mostraran interés por él tras darse cuenta de que era rico.

“Ni siquiera yo, ellos sugirieron que me mudara y que dejara a su hermano y a sus hijos vivir en mi casa. Fue divertido, como mínimo”.

“Si, verdaderamente. Estoy convencido de que solo hicieron contacto para que los ayudara con su regreso a Australia. Pensándolo bien, en los últimos dos años jamás preguntaron cómo estaba, solo decían “Esperamos que estés comiendo bien”.

“No es tu culpa. ¿Decirles que eres exitoso? ¿Para qué? ¿Para que te vuelvan a hablar para ver qué pueden obtener de ti? Gracias, pero no. Manejaste esto de forma adecuada”.

“No es tu culpa. Lo siento que no se interesen por ti como persona si no como un símbolo de estatus. Muy triste. Felicitaciones por tu gran carrera, igual”.

(…) No le debes ninguna información a tus padres sobre tu éxito desde que dejaron en claro que no iban a apoyar ningún otro camino al éxito que no fuera el que encajara en sus rígidas definiciones.

De un hijo al que sus padres alejaron por dramas mezquinos a otro: no es tu culpa”.

¿Qué habrías hecho tú si estuvieras en su situación? ¿Habrías hecho lo mismo o habrías reaccionado de forma diferente?

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