Recientemente la NOAA emitió una alerta por la posible formación de la tormenta tropical ‘Alberto’, de cumplirse el pronóstico, impactaría en las costas de Tamaulipas.
En los últimos días una baja presión ha mantenido el Golfo de México en vigilancia: podría convertirse en ‘Alberto’, la primera tormenta tropical de la temporada.
Con su posible paso, y según el pronóstico de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA, por sus siglas en inglés), se prevén diversos efectos, entre ellos lluvias intensas, inundaciones e incluso marejadas ciclónicas, pero ¿qué implica este fenómeno?
¿Qué son?
En septiembre de 2022 las costas del noreste de Florida se encontraban en alerta ante el posible impacto del huracán Ian. En aquella ocasión las comunidades no pudieron hacer nada frente a la poderosa marejada ciclónica que lo acompañaba.
Carreteras de la costa se borraron con el mar, mientras que algunos tramos de la ciudad de San Agustín parecían haber sido devorados por el agua. Algo similar ocurrió en Alaska, cuando, de una poderosa tormenta, nació una marejada que terminó arrancando casas desde sus cimientos.
Estos son solo dos de los muchos ejemplos que existen sobre los estragos que pueden ocasionar las marejadas ciclónicas, consideradas por el Centro Estadounidense de Huracanes como una de las amenazas más significativas que pueden acompañar a un potente ciclón.
De acuerdo con la institución este fenómeno se define como “un aumento anormal del nivel del agua generado por una tormenta, por encima de la marea pronosticada astronómica” y es ocasionada principalmente por la fuerza de los vientos de un huracán o una tormenta tropical, ya que estos empujan el agua hacia las costas.
La Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA, por sus siglas en inglés) señala que el alcance de la marejada ciclónica depende de varios factores entre ellos:
La trayectoria de la tormenta o huracán y su orientación respecto a las costas
Bajas presiones: producen marejadas altas
La intensidad, tamaño y velocidad de la tormenta/huracán
La topografía marina
Junto a este fenómeno puede venir acompañado otro más: la marea de tormenta, que es el resultado de sumar una marejada ciclónica con las mareas que normalmente se forman por la atracción gravitacional del Sol y la Luna.
Es por esta razón que las mareas de tormenta más intensas que se han podido observar se han dado cuando los ciclones coinciden con una luna nueva o llena.
El agua puede causar inundaciones extremas en las áreas costeras, particularmente cuando la marejada ciclónica coincide con la marea alta normal, lo que resulta en mareas tormentosas que alcanzan hasta 6 metros (20 pies) o más en algunos casos.
Qué zonas afectan
De acuerdo con el Centro Nacional de Huracanes estadounidense, los lugares ubicados a lo largo de las costas este de Estados Unidos así como del Golfo de México son vulnerables a las marejadas ciclónicas.
A la par, existen reportes del Servicio Meteorológico Nacional (SMN) en los que se ha adviertido sobre este fenómeno en zonas del océano Pacífico.
Por ejemplo, en octubre de 2022 México fue alertado por la posible formación de marejadas “con riesgo mortal e inundaciones” en las zonas del oeste central del país. Esto debido al paso del huracán Roselyn.
Qué se prevé con la posible tormenta tropical ‘Alberto’
Actualmente tanto del SMN como de la NOAA se encuentran vigilando el Golfo de México debido a la posible formación de Alberto, el primer ciclón la temporada de huracanes 2024.
Aunque aún no hay nada concreto y se desconoce si se convertirá en una tormenta o una depresión tropical, el pronóstico estadounidense alerta sobre lluvias intensas e inundaciones a lo largo de las costas de Texas y el noreste de México en los próximos días.
En el gráfico la actualización del #PotencialCiclónTropical Uno que se localiza en el #GolfoDeMéxico. Origina #Lluvias torrenciales en #Campeche y #Chiapas e intensas en #Tamaulipas, #Veracruz, #Puebla, #Oaxaca, #Yucatán y #QuintanaRoo. Más información, en el gráfico pic.twitter.com/E2yXgxsFu4
— CONAGUA Clima (@conagua_clima) June 18, 2024
En él señala que algunos de los peligros que asedian en tierra no son solo las fuertes precipitaciones e intensos vientos, sino también una marejada ciclónica.
“La combinación de una marejada ciclónica peligrosa y marea provocarán la inundación de zonas normalmente secas cercanas a la costa”, se lee en el último boletín.
Pese al posible impacto de Alberto en territorio mexicano, la NOAA prevé que en el país se produzcan menos inundaciones costeras en comparación con las de EEUU. En tanto, se prevé que las zonas más afectadas por la marejada ciclónica sean las costas de Sargent, Texa a Sabine Pass y Bahía de Galveston.
Devoradora de costas
La marejada ciclónica no es la única razón por la que aumenta el nivel del mar: las olas, el agua dulce y la marea intervienen en el proceso.
Gracias a estos factores (así como al tipo de características que tiene la costa que inundan) las marejadas tienen el potencial de poner en peligro la vida de las personas.
Y es que, junto con el oleaje, el azote de las olas puede aumentar los daños a los edificios costeros ya que el agua es tan pesada que los golpes prolongados de las olas pueden demoler estructuras, especialmente aquellas que no hayan sido diseñadas correctamente, como destaca la NOAA.
⚠️ACTUALIZACIÓN del Potencial de Ciclón Tropical Uno
📌Ubicación: 555 km al SE de La Pesca, Tamps
⬆️Movimiento: norte a 9 km/h
🌬️Viento: 65 km/hContinúa con circulación extensa y desorganizada, limitando evolución; mañana sería Tormenta #Alberto trayendo intensas lluvias… pic.twitter.com/9stEIAw5Lw
— 🌲⛈️Meteorología México🌧️🌳 (@InfoMeteoro) June 18, 2024
Además, gracias al oleaje, este fenómeno aumenta su impacto en tierra ya que le permite a las olas extenderse tierra adentro.
Es así como el mar se convierte en una gran boca que va engullendo el terreno, pues además de dejar algunas regiones debajo del agua, erosiona gravemente las playas y las carreteras costeras con ayuda de las corrientes creadas por las mareas que se combinan con las olas.
Debido a dicha erosión, los edificios que sobreviven a los vientos huracanados pueden sufrir daños en caso de que se vean debilitados sus cimientos.
