La piel humana es el órgano más grande, extenso y pesado de nuestro cuerpo. Con una superficie estimada de 1,8 metros cuadrados, este elemento del sistema tegumentario supone el 15 % de nuestro peso total, contiene 11 millas de vasos sanguíneos y se renueva cada 28 días. La piel es esencial para la vida, pues nos otorga protección, permite la sensación de estímulos, ayuda a la regulación de la temperatura, controla la evaporación, posibilita la excreción de desechos a través del sudor y mucho más.
Como la piel está en constante comunicación con el ambiente, es normal que se produzcan lesiones, infecciones y daños en su superficie. En las siguientes líneas, desglosamos los 10 problemas de la piel más comunes y cómo detectarlos a tiempo antes de que se conviertan en un problema.
1. Acné
El acné es un trastorno de la piel que tiene lugar cuando los folículos pilosos se taponan con células cutáneas muertas y grasa. Aunque no se sabe con exactitud qué promueve el desarrollo del acné, se sospecha que los factores hormonales juegan un papel muy importante en su aparición. Según fuentes epidemiológicas, este problema cutáneo podría afectar casi al 10 % de la población mundial, lo que lo convierte en la octava enfermedad más prevalente a nivel global.
El acné puede causar varios tipos de granos y manifestaciones clínicas, que van desde espinillas superficiales repletas de pus hasta lesiones profundas y muy dolorosas que dejan cicatrices permanentes. Aunque no son la causa exacta de este problema cutáneo, existen diversos factores de riesgo que pueden empeorarlo. Entre ellos, destacan la mala alimentación, el estrés, el uso de ropa ajustada y la contaminación ambiental, entre otros.
2. Herpes labial
El herpes labial hace referencia a una infección viral muy frecuente en la población. Generalmente, está causado por el virus del herpes simple tipo 1 (VHS-1), aunque también puede ocurrir tras la infección por el virus del herpes simple tipo 2 (VHS-2, más conocido como herpes genital). Tal y como indica la Organización Mundial de la Salud (OMS), se estima que en todo el mundo hay 3700 millones de personas menores de 50 años (67 % del total) con infección por VHS-1. Las cifras epidemiológicas hablan por sí solas.
El herpes labial, como su propio nombre indica, comienza como un hormigueo y picazón alrededor de los labios. Posteriormente, el cuadro clínico evoluciona a la aparición de ampollas, secreciones y costras. Los síntomas suelen desaparecer por sí solos en un plazo de 2 a 4 semanas, aunque también se pueden tomar ciertos antivirales para acelerar el proceso de curación, como el aciclovir o el valaciclovir.
3. Dermatitis atópica
También conocida como eccema, la dermatitis atópica es la forma más común de dermatitis. Reporta una prevalencia a lo largo de la vida de un 15-30 % en la población infantil y de un 2-10 % en la adulta. Curiosamente, hasta el 50 % de las personas con una dermatitis atópica severa desarrollan asma, y un 75 % rinitis alérgica.
Esta condición es una entidad clínica complicada y de causa en muchos casos incierta. Cursa con síntomas como piel seca y agrietada, picazón, erupción hinchada en la piel, piel engrosada, exudado, costras e incluso oscurecimiento de la piel alrededor de los ojos. Su tratamiento va desde los cambios en la rutina y la forma de vestir hasta la toma de medicamentos y la terapia, dependiendo de diversos factores.
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4. Ampollas
Las ampollas son sacos llenos de líquido que aparecen en la parte externa de la piel. Pueden formarse por muchas causas, entre las que destacan las siguientes:
Quemaduras.
Exposición excesiva al sol.
Exposición a temperaturas muy bajas (congelación).
Reacciones alérgicas.
Contacto con hiedras y otras plantas urticantes.
Enfermedades autoinmunitarias (pénfigo y más).
Exposición a ciertos agentes químicos.
Si no está infectada y no causa mucho dolor, se desaconseja drenar la ampolla para evitar que se infecte al entrar en contacto con el ambiente. En caso de que se sospeche de infección o de un cuadro severo subyacente, es recomendable buscar atención médica inmediata.
5. Quemaduras solares
Este apartado se explica por sí solo. Las quemaduras son algunos de los problemas de la piel más comunes porque todas las personas nos exponemos al sol en exceso en algún momento de nuestras vidas. Tal y como indican fuentes epidemiológicas, hasta el 34 % de la población reporta haber sufrido al menos una quemadura solar al año, lo que evidencia su extensión en la población general.
Las quemaduras solares suelen cursar con inflamación, calidez al tacto, dolor, sensibilidad, picazón y ampollas pequeñas. A menos que sean de naturaleza grave y requieran atención médica urgente, estas lesiones se pueden tratar con analgésicos de venta libre, refrescando la piel con toallas humedecidas y la aplicación de cremas hidratantes, lociones y geles.
6. Dermatitis por contacto
La dermatitis por contacto se manifiesta en forma de un sarpullido que aparece tras el contacto directo con una sustancia determinada. Hay diversos agentes irritantes que pueden provocar este evento clínico, entre los que destacan los solventes, los guantes de goma, las lejías, los jabones, los fertilizantes, los pesticidas y ciertas plantas. Su prevalencia general es de 13,6 casos por cada 1000 personas, una cifra nada desdeñable.
7-10. Infecciones fúngicas
También conocidas a nivel clínico como micosis cutáneas, las infecciones fúngicas (por hongos) representan algunas de las enfermedades de la piel más comunes en todo el mundo. Aunque sus cifras epidemiológicas sean reseñables a día de hoy, se espera que la prevalencia de infecciones fúngicas en la piel llegue al 20-25 % de la población mundial en los próximos tiempos. Esto se debe a la resistencia farmacológica que están desarrollando muchos microorganismos y al consumo de medicamentos inmunosupresores ante ciertos cuadros, entre otras muchas cosas.
Algunas de las infecciones fúngicas que más afectan a la piel son las siguientes:
Dermatofitosis o tiñas: las tiñas son un conjunto de micosis zoonósicas superficiales que afectan a epidermis, uñas y pelos. Están causadas por hongos parásitos de la queratina, sobre todo aquellos pertenecientes a los géneros Microsporum, Epidermophitum y Tricophyton. Existen diversos tipos de tiñas según su localización, sintomatología y agente causal. Por ejemplo, la tinea capitis afecta al cuero cabelludo, mientras que tinea pedis se manifesta en los pies.
Candidiasis intertriginosa: también conocida como intertrigo candidiásico, esta infección está causada por Candida albicans y afecta a regiones de la piel que forman pliegues cutáneos (como axilas, mamas y más).
Pitiriasis versicolor: designado también como tiña versicolor, este cuadro clínico es mucho más común en adolescentes y adultos jóvenes en comparación con el resto de la población. Está causado por un hongo comensal que puede comenzar a proliferar más de la cuenta en climas cálidos y húmedos, cuando la piel es grasa, con cambios hormonales o si el paciente presenta un sistema inmunitario debilitado.
Leuconiquia: la leuconiquia hace referencia a la aparición de manchas blancas en la uña de forma congénita o adquirida. Aunque puede tener muchas causas, las infecciones fúngicas son una de ellas.
¿Sabes cuáles son los tipos de cáncer de piel?
En este listado, te hemos mostrado 10 problemas de la piel comunes, 6 aislados y 4 dentro del grupo de las infecciones fúngicas. Aunque la mayoría de ellos sean de naturaleza leve, ante la aparición de cualquiera de los síntomas citados se recomienda acudir a un profesional médico. En cuestiones de salud, siempre es mejor prevenir que curar.