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Defensoría Animalista Laguna indicó que el agresor fue procesado por “lesiones perversas”. ‘Valiente’ se encuentra recibiendo atención médica y apoyo desde su rescate.
Este 30 de abril se llevó a cabo la audiencia final del caso de Valiente, un perrito de tan solo un año de edad que fue víctima de abuso sexual en la colonia Villas San Agustín, en Torreón, Coahuila.
La Defensoría Animalista, a través de sus redes sociales, anunció que el responsable fue condenado a 3 años y 1 mes de prisión, sin derecho a libertad condicional, además del pago de una multa y la reparación del daño.
Valiente fue rescatado gracias al trabajo conjunto de ciudadanos, autoridades y activistas, quienes denunciaron el caso y recabaron las pruebas necesarias. Entre los involucrados estuvieron inspectores del Centro Veterinario Municipal, su anterior director, la Clínica Nogales, y la Fiscalía, la coordinadora Laura, el MP Gil, así como la activista que encabeza la Defensoría Animalista. La colaboración permitió que el sujeto fuera vinculado a proceso por el delito de lesiones con fines perversos.
La representante de la Defensoría Animalista aseveró que durante la audiencia de vinculación, el juez reconoció que las pruebas apuntaban a zoofilia. Sin embargo, debido a un error en el Código Penal del estado de Coahuila, no fue posible procesar al agresor bajo esa figura legal. En su lugar, se procedió por el delito de lesiones con fines perversos en su modalidad agravante, que contempla una pena máxima de cuatro años.
“Valiente sí tuvo justicia”, expresó la representante de la Defensoría Animalista
“Logramos una sentencia de 3 años y 1 mes, sin derecho a libertad, con una reparación del daño. Aunque para muchos esta pena puede parecer baja, es lo máximo que permite la ley actualmente. Me siento satisfecha de que el agresor esté en prisión y de que se haya hecho justicia”, declaró.
Valiente, quien ha estado recibiendo atención médica y apoyo desde su rescate, se ha convertido en símbolo de lucha por los derechos de los animales en la región. Su caso deja una huella importante en el activismo local y podría marcar el inicio de un movimiento para impulsar reformas legales más efectivas en defensa del bienestar animal.
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