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El hígado es un órgano vital que cumple funciones importantes como filtrar toxinas, ayudar en la digestión y almacenar energía. Cuando el hígado está en peligro o enfermo, puede enviar señales que a veces se confunden con problemas digestivos comunes.

Algunos síntomas de que el hígado no está funcionando bien incluyen fatiga, dolor o molestia en la parte superior derecha del abdomen, piel o ojos amarillentos (ictericia), hinchazón abdominal, náuseas y pérdida de apetito.

Respecto a los gases, aunque no son un síntoma directo de daño hepático, un mal funcionamiento del hígado puede afectar la digestión y provocar hinchazón o sensación de distensión abdominal, lo que puede aumentar la producción de gases o malestar estomacal.