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En la pinza, las fuerzas armadas y agentes de Investigación federales aprovechan un conflicto interno de esa organización, entre células de Jesús Rivera Aguirre.
El gobierno federal armó un cerco en torno al Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) para debilitar las células que comandan los brazos más operativos de su líder, Nemesio Oceguera Cervantes, El Mencho, afirmaron fuentes militares.
En la pinza, las fuerzas armadas y agentes de Investigación federales aprovechan un conflicto interno de esa organización, entre células de Jesús Rivera Aguirre, El Gordo Chuy y Heraclio Guerrero Martínez, El Tío Laco, ambos considerados como hombres cercanos a El Mencho.
El cerco se centra en los límites de Michoacán y Jalisco, donde a través de Inteligencia han sido detectados los movimientos de ambos operadores del CJNG, que mantienen una fuerte influencia en el triángulo que conforman La Barca, Jalisco; León, Guanajuato, y Morelia, Michoacán, precisaron las fuentes consultadas sobre la operación de estos grupos.
Uno de los éxitos de este cerco fue la detención de Don Chuy el 25 de febrero pasado, luego de que agentes del gobierno del estado lo “localizaron” en un domicilio de Zacapu -a 115 kilómetros al poniente de Morelia.
La captura del mando criminal fue considerada dentro del CJNG como una “traición” de una célula que puso el “dedo” a Don Chuy, quien no realizó un solo disparo para defenderse de la captura, de acuerdo con la prueba de radizonato de sodio hecha por la FGR al sujeto
Los agentes declararon al Ministerio Público que fueron emboscados por los sicarios de Don Chuy y por él mismo, por lo que tuvieron que repeler la agresión, situación que fue presentada en la primera audiencia ante el juez.
Sin embargo, una semana después Don Chuy fue liberado por un juez y tiempo después células a su servicio realizaron una serie de emboscadas que dejaron cinco militares asesinados en Tanhuato, Michoacán, en los límites con Jalisco. El gobierno del estado atribuyó los hechos sangrientos al ahora escurridizo líder regional del CJNG.
Ante la llegada de más militares y elementos de la Guardia Nacional a esa región, el CJNG reforzó la frontera de Michoacán con Jalisco para “defender” la principal ruta de acceso a Jalisco: la carretera Atlacomulco-Guadalajara, de acuerdo a las versiones de fuentes extraoficiales.
Sobretodo porque en zonas aledañas a la autopista están identificadas varias casas de seguridad, tanto de Don Chuy y El Tío Laco.
Dentro de este cerco fue que se enmarcó el operativo del 19 de marzo, indicaron las fuentes. Ese día se desplegaron helicópteros y elementos del Ejército y la Marina para detener a un objetivo prioritario del CJNG.
En Villa Purificación, un grupo de casi 50 civiles armados agredieron a las fuerzas federales. Dos agentes de la Guardia Nacional perdieron la vida cerca de una mansión de unos mil 500 metros cuadrados, que contrasta con la pobreza de la zona.
Heraclio Guerrero Martínez, El Tío Laco, ha sido detectado en la comunidad de Tinaja de Vargas, del municipio de Tanhuato.
Ambos capos y sus células también han sido ubicados en Cotija, Zamora, Erongarícuaro, Ecuandureo, La Piedad, La Barca, además de Zacapu, Chilchota, Yurécuaro y Vista Hermosa, donde también se han reportado enfrentamientos en las últimas semanas entre los sicarios y las autoridades.
En el caso de Jalisco, los delincuentes se han alojado en municipios como Villa Purificación, Autlán de Navarro, Mazamitla, Tamazula y Tonaya, al sur de la Zona Metropolitana de Guadalajara.
La violencia en esa región y el hallazgo, el 13 de marzo en Teuchitlán, de un rancho donde presuntamente se adiestraba a nuevos reclutas del CJNG, desató una serie de operativos del gobierno federal en zonas de Michoacán, Jalisco, Guanajuato, y ahora también Querétaro, el Estado de México y la capital del país, a donde varios lugartenientes del CJNG han tenido que huir por el despliegue militar.