El 15 de septiembre, el Príncipe Harry celebrará su cumpleaños número 40 con una sorpresa significativa: una herencia de 8.5 millones de dólares arreglada por la difunta Reina Isabel. Este regalo proviene de un fondo fiduciario de 90 millones de dólares establecido por la Reina Madre para la familia real, especificando que Harry recibiría su parte al cumplir 40 años.
Sin embargo, no todos en la familia están contentos. Se informa que el Príncipe William y la Princesa Kate están descontentos con esta inesperada fortuna, cuestionando si Harry realmente la merece. Según una fuente cercana a la familia, William está “disgustado” de que Harry reciba millones “sin mover un dedo,” especialmente considerando las tensiones continuas entre ellos.
Curiosamente, la parte que recibirá Harry superará la de William, ya que este último se beneficia de la vasta riqueza del Ducado de Cornualles, que financia sus actividades públicas y privadas. Aunque a Harry le tocará un poco más de la mitad de los 14 millones de libras destinados para ambos hermanos, deberá pagar impuestos sobre la herencia.
Este regalo de cumpleaños destaca la discordia subyacente dentro de la familia real, pero también marca un momento significativo en la formación del futuro del Príncipe Harry.