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Descubrimiento inesperado en una venta de garaje
Me encontré con este artículo fascinante en una venta de garaje local y no tengo ni idea de qué podría ser. ¡Me encantaría saber tu opinión si sabes algo al respecto!
Antes de la época de las lavadoras modernas, lavar la ropa era un proceso bastante manual. Implicaba remojar, sacudir y restregar la ropa, todo lo cual debía hacerse a mano.
Y sin plomería interior, el agua debía transportarse desde fuentes como una bomba o un pozo.
El proceso de lavado requería transportar agua, calentarla sobre el fuego para que se calentara lo suficiente para lavar y luego transferirla a una tina.
En la práctica, solo se disponía de una cantidad limitada de agua tibia y jabonosa, por lo que era crucial lavar primero la ropa más limpia y dejar la más sucia para el final.
Una vez finalizado el paso de lavado, todavía no había terminado. La ropa debía enjuagarse con agua limpia para asegurarse de eliminar todo el jabón.
Luego, para escurrir el agua, la ropa se enrollaba y se torcía manualmente.
Este escurrido manual era uno de los pasos para secar la ropa lo mejor posible antes de tenderla a secar, una tarea que normalmente llevaba un día entero si se combinaba con el planchado.