¿Has notado que se pela la piel de tus pies sin motivo aparente? Si te sucede esto, es posible que estés sufriendo descamación de los pies. En este artículo te contamos todo lo que tienes que saber sobre esta patología, cómo tratarla y cómo prevenirla.
¿Qué es la descamación de los pies?
La descamación de los pies es un problema frecuente que se da cuando nuestros pies comienzan a pelarse por alguna de sus partes (dedos, talones, etc.).
Esta lesión cutánea sucede sobre todo en determinadas estaciones del año como la primavera y el verano. El calor, la deshidratación y el uso de un calzado abierto pueden acelerar su aparición.
¿Qué puede causar descamación en los pies?
La descamación no es una patología grave, pero sí es importante conocer su origen y por qué sucede para evitar problemas mayores. Debemos tener especial cuidado si sufrimos pie diabético o mala circulación en pies y piernas, ya que estas pequeñas lesiones en la piel pueden derivar en otras de mayor complejidad.
Algunas de las causas de descamación en los pies son:
Falta de hidratación El calor afecta a nuestros pies. La piel tiende a deshidratarse más de lo habitual y los pies secos se vuelven mucho más frecuentes durante el verano. Si no se tratan, pueden dar lugar a la descamación en la piel o, incluso, a la aparición de grietas. Por ejemplo, los talones secos y con grietas son un problema relacionado con el cuidado e hidratación de la piel.
Cambio de calzado El pie suele ir protegido la mayor parte del tiempo por el calzado y el calcetín. Por este motivo, es importante hacer una adaptación progresiva del cambio de calzado en determinadas estaciones. Es decir, si llega el calor veraniego y seguimos utilizando el calzado de invierno, la piel se recalentará y puede pelarse.
La descamación también puede suceder con el cambio brusco al calzado abierto y sin sujeción. En estas ocasiones hay un aumento de fricción y la piel no estará preparada, por lo tanto, se descamará. Es imprescindible elegir correctamente el calzado de primavera para facilitar esta transición.
Quemaduras solares La exposición prolongada de los pies al sol en los meses de verano puede provocar sequedad, grietas, quemaduras en los pies y finalmente su descamación.
Otros factores que favorecen la caída de la piel de nuestros pies son la sal del mar, la temperatura de la arena y la fricción de nuestros pies con ésta. El cloro de las piscinas también resecará nuestra piel.