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El domingo por la noche, en El Jagüel (Esteban Echeverría, Argentina), cuatro hermanos —Noah y Benicio (4), Lorenzo (6) y Santino (10)— murieron al derrumbarse el techo de su habitación. Un quinto hermano, que no estaba en el cuarto, avisó a bomberos y policía.
El techo colapsó por el peso de unos 5 toneladas de escombros acumulados para una ampliación. El padrastro, dueño de la casa, Catalino Daniel López (51), fue detenido por homicidio culposo agravado. La madre, Pamela, expresó su dolor en redes sociales por la pérdida de sus hijos.