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Josh Hader, de 28 años, sufrió un derrame cerebral tras estirarse y “tronarse” el cuello. El movimiento rompió una arteria vertebral, causando un coágulo que bloqueó el flujo sanguíneo al cerebro. Aunque sobrevivió, le quedaron secuelas.
Lección: No ignores el dolor en el cuello. ¡Consulta a un médico si tienes molestias!