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Muchas personas se preguntan si el tamaño de los senos revela algo sobre el equilibrio hormonal. La verdad es que sí existe una relación, aunque es más compleja de lo que suele pensarse.
El tejido mamario es muy sensible a los niveles hormonales, en especial al estrógeno, la progesterona y la prolactina. El estrógeno, en particular, influye en el crecimiento y la densidad del tejido. Cuando los niveles de estrógeno aumentan —como en la pubertad, el embarazo o la terapia hormonal— los senos pueden volverse más llenos o densos. Por el contrario, cuando el estrógeno disminuye (como ocurre en la menopausia), el volumen y la firmeza suelen reducirse.
Sin embargo, el tamaño de los senos también depende de la genética, la distribución de la grasa corporal, la edad y la salud general. Dos mujeres con perfiles hormonales similares pueden tener tamaños muy distintos debido a la herencia genética.Si alguien nota cambios repentinos en el tamaño de sus senos —especialmente junto a síntomas como dolor, ciclos irregulares o variaciones inesperadas de peso— debería consultar a un profesional de la salud. Supervisar hormonas, estilo de vida y bienestar es la mejor forma de entender lo que ocurre en el organismo.