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El paso del tiempo es inevitable, y en el caso de Meg Foster, la actriz de los hipnóticos ojos azul hielo, los cambios son evidentes, pero su autenticidad sigue intacta.
Nacida en Pennsylvania, inició su carrera en los años 70 junto a Michael Douglas y participó en series como Bonanza, The Six Million Dollar Man y The Twilight Zone. Su mirada única la convirtió en un ícono, al punto que en 1979 fue reconocida como la mujer con “los ojos del año”.
Hoy, a sus 76 años, Foster luce distinta a su juventud, pero ha optado por envejecer de forma natural, alejándose de la cirugía plástica común en Hollywood. Aunque ya no tiene la misma fama, sigue activa en la actuación y dedica gran parte de su vida a la crianza de caballos.
Su transformación es un recordatorio de que la belleza no se limita a la juventud: Meg Foster inspira por mantenerse fiel a sí misma y abrazar cada etapa con dignidad.