Pese a que suene poco creíble, la realidad es que es posible volverse el dueño de un inmueble rentado si se cumplen una serie de requisitos
Rentar una casa o departamento en lugar de comprar o construir una propia se ha vuelto la opción más accesible para las nuevas generaciones, pero esto no quiere decir que ser dueño de una propiedad no sea un sueño que muchos tienen, es por ello que con frecuencia, especulaciones sobre cómo conseguir una casa con facilidad o a precios reducidos, surgen en redes sociales.

Tal es el caso de la creencia popular de que, después de alquilar una propiedad por un tiempo prolongado, se puede llegar a adueñarse de ella, un rumor que es parcialmente cierto, pero que se ha distorsionado en internet, causando mucha confusión entre quienes están en esa situación específica.

¿Puede una persona adueñarse de una casa que está rentando?
Cuando una persona decide rentar un inmueble, tanto el propietario como el inquilino deben tomar ciertas precauciones para evitar futuros problemas. Una de las principales medidas es establecer términos y condiciones claros en un contrato de arrendamiento.

Este documento debe detallar aspectos como la duración del alquiler, el monto del alquiler, las responsabilidades de mantenimiento y, crucialmente, reafirmar la propiedad del inmueble, pues es en casos específicos en los que existe una posibilidad legal para que un inquilino se adueñe de una propiedad alquilada, siempre y cuando se cumplan ciertos requisitos.

Este proceso se conoce como prescripción adquisitiva o usucapión, un medio legal por el cual una persona puede adquirir la propiedad de un bien inmueble debido al paso del tiempo y el cumplimiento de ciertos criterios, pero no es aplicable en todos los contratos.

¿Cuáles son los requisitos para que un inquilino se convierta en propietario?
El requisito principal para que un inquilino pueda reclamar la propiedad de una vivienda alquilada es el tiempo, pues en muchos lugares, la ley establece que la persona debe haber ocupado la propiedad de manera continua y pacífica durante un mínimo de seis años.

Además del tiempo, la ocupación debe haber transcurrido sin inconvenientes, sin que el propietario haya tomado medidas para desalojar al inquilino durante ese tiempo, además de que vecinos y otros residentes del área deben poder corroborar que la ocupación ha sido sin conflictos, asegurando que la ocupación no fue clandestina o mediante la fuerza.

Si el inquilino cumple con estos requisitos, puede iniciar un proceso legal para obtener la propiedad del inmueble a través de la prescripción adquisitiva, un proceso legal implica presentar pruebas de la ocupación continua y pacífica ante un tribunal, y si el tribunal determina que se cumplen todos los criterios, puede otorgar la propiedad al inquilino.

¿Cómo se puede evitar que un inquilino obtenga la propiedad de un espacio en renta?
Para los propietarios, evitar que un inquilino reclame la propiedad de su inmueble mediante la usucapión es posible si se ratifica la propiedad con un contrato de arrendamiento claro y detallado en el que se establezca de manera inequívoca quién es el propietario del inmueble y definir que la ocupación del inquilino es temporal y sujeta al pago de una renta.

Además, es recomendable que el propietario realice visitas periódicas a la propiedad y mantenga una relación activa con el inquilino, demostrando así su interés y control sobre el inmueble para evitar que pueda interpretarse como abandono de la propiedad.

Además de tener un contrato bien elaborado, es esencial que los propietarios registren el contrato de arrendamiento ante las autoridades competentes, esto para garantizar la legalidad, complicando así que un inquilino pueda reclamar el inmueble como propio.

¿Qué elementos debe contener un contrato de arrendamiento para evitar que el inquilino se apropie del inmueble?
Duración del contrato: Es fundamental acordar claramente la duración del contrato de arrendamiento. Esto puede ser un periodo fijo o un contrato de arrendamiento renovable.
Pago de la renta: Definir el monto del alquiler y las fechas de pago es crucial. Además, se deben especificar las consecuencias de pagos atrasados.
Responsabilidades de mantenimiento: El contrato debe detallar qué reparaciones y mantenimientos son responsabilidad del inquilino y cuáles corresponden al propietario.
Depósito de seguridad: Establecer un depósito de seguridad para cubrir posibles daños a la propiedad puede proteger al propietario y asegurar el cumplimiento de las obligaciones por parte del inquilino.
Visitas de inspección: Acordar la posibilidad de realizar visitas de inspección periódicas puede ayudar al propietario a monitorear el estado de la propiedad y resolver cualquier problema a tiempo.
Renovación y terminación del contrato: Es importante tener cláusulas claras sobre cómo se puede renovar o terminar el contrato, así como las condiciones para desalojar la propiedad.