iQ, abreviatura de cociente de inteligencia, es una medida de la capacidad de razonamiento de una persona. En resumen, se supone que mide qué tan bien alguien puede usar la información y la lógica para responder preguntas o hacer predicciones.

Las pruebas de coeficiente intelectual comienzan a evaluar esto midiendo la memoria a corto y largo plazo. También miden qué tan bien las personas pueden resolver acertijos y recordar la información que han escuchado, ¡y qué tan rápido!

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Todos los estudiantes pueden aprender, sin importar cuán inteligentes sean. Pero algunos estudiantes tienen dificultades en la escuela debido a una debilidad en un área específica de inteligencia. Estos estudiantes a menudo se benefician de los programas de educación especial.

Allí, reciben ayuda adicional3 en las áreas en las que tienen dificultades. Las pruebas de coeficiente intelectual pueden ayudar a los maestros a determinar qué estudiantes se beneficiarían de tal ayuda adicional.

El ajedrez es un juego de habilidad y estrategia. La inteligencia ayuda, pero también se preocupa por ella y por tener la perseverancia para desarrollar habilidades lentamente.

Las pruebas de coeficiente intelectual también pueden ayudar a identificar a los estudiantes a los que les iría bien en programas acelerados de “educación para superdotados”.