Conoce algunos trucos para ventilar correctamente tus habitaciones y lograr un aire fresco con el ventilador.
Las olas de calor que se han presentado en distintas regiones de México han generado búsquedas de espacios ventilados y frescos. A continuación, te damos un par de recomendaciones para sacar aire frío de un ventilador y así, vencer los días más calurosos.

Estos son los trucos caseros para que salga aire frío de un ventilador
Sal y hielo: Uno de los métodos más sencillos para obtener aire fresco es con sal y hielo. En un cuenco de metal agrega hielo y sal gorda, colócalo justo delante del ventilador y apunta el electrodoméstico hacia el área que deseas refrescar y listo.

Botellas de refresco con hielos: Abre la superficie inferior de una botella de refresco con un cúter o tijeras y haz un par de agujeros en la boca de la botella para ventilar.

Coloca el recipiente en la parte posterior del ventilador y lo sujetas con alambres, una botella en cada lado. Luego introduce un par de cubos de hielo con el tapón cerrado y pon en marcha el ventilador. De esta forma obtendrás aire más fresco dentro de tu hogar.

Estos son algunos métodos naturales para mantener fresco interiores
El uso excesivo de varios electrodomésticos al mismo tiempo puede provocar un aumento en las temperaturas, además de una sobrecarga. Por lo que se recomienda seguir algunos métodos naturales y sencillos para mantener espacios frescos en tu hogar.

Abre las ventanas y puertas (como sea posible) durante la noche y temprano en la mañana cuando la temperatura exterior es más baja, permitiendo que el aire fresco entre y el calor del interior salga.

Crea corrientes abriendo ventanas opuestas para que el aire circule por la habitación.

Utiliza telas ligeras en las sábanas y ropa de cama como algodón o materiales que sean transpirables. También cuelga sábanas o toallas húmedas en las ventanas, el agua en las telas se evaporará y enfriará el aire que pasa a través de ellas.

Durante las horas de mayor calor, llena una botella de spray con agua fría y rocía ligeramente la habitación y tu piel para sentirte más fresco.

En las horas más calurosas evita usar aparatos eléctricos que generen calor como hornos y secadoras, hidrátate constantemente y usa ropa ligera y holgada.