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La historia de Kim Erick Smith ha causado un fuerte impacto en Estados Unidos. Ella afirma que el cuerpo de su hijo, Christopher Todd Erick, quien murió en Texas en 2012, no fue cremado como le dijeron, sino que habría sido plastinado y usado en la exhibición internacional “Real Bodies” en Las Vegas.

Smith asegura que la figura exhibida coincide con características únicas de su hijo, como una fractura específica en el cráneo. También señala que el tatuaje del pecho de Christopher no aparece, y que en su lugar hay un corte limpio, lo que la hace pensar que fue retirado para evitar su identificación.
La denuncia ha reavivado el debate sobre el origen de los cuerpos usados en exhibiciones anatómicas. Smith afirma que nunca dio consentimiento y exige una prueba de ADN para confirmar si el cuerpo es de su hijo. Si se comprueba, pide que sea retirado y que reciba un entierro digno.

La madre también denuncia irregularidades desde el día de la muerte de Christopher, un caso que ya había generado conmoción. Hoy, busca respuestas y asegura que su único deseo es que “mi hijo tenga el respeto que merece” y que otras familias no vivan algo similar.