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Dormir con la persona equivocada puede traer consecuencias que van más allá del momento. A nivel emocional, puede dejar sentimientos de vacío, arrepentimiento o confusión, especialmente cuando no hay respeto ni valoración. Muchas veces el vínculo íntimo genera apego, y lo que parecía pasajero termina en semanas de dudas y dolor.

También hay riesgos sociales: ruptura de relaciones, pérdida de confianza, chismes o conflictos por expectativas diferentes. Además, están las consecuencias físicas, como infecciones de transmisión sexual o embarazos no planeados, que pueden cambiar la vida y generar gran estrés.
En resumen, una decisión impulsiva puede dejar huellas profundas en lo emocional, social y en la salud.