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A primera vista, parece ser la parte íntima de una mujer, y muchos se confunden —como suele pasar en internet—, pero la verdad es muy diferente.
Se trata de una fruta silvestre con espinas o ramas que, por su forma peculiar, engaña al ojo humano. Este tipo de confusiones se vuelven virales justamente por cómo el cerebro interpreta imágenes fuera de contexto.