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Una joven de 26 años, identificada como Daniela M., falleció tras someterse a una liposucción con transferencia de grasa en la clínica Siluet Esthetic. Aunque el procedimiento parecía haber sido exitoso, horas después presentó complicaciones graves y murió en una clínica cercana.
Las autoridades clausuraron temporalmente la clínica e iniciaron una investigación para determinar si hubo negligencia médica. El caso ha generado indignación y reaviva el debate sobre la falta de regulación y control en clínicas estéticas, especialmente en América Latina, donde muchas operan sin cumplir los estándares médicos requeridos.
