.
Un hombre de unos 40 años llegó a urgencias caminando con dificultad y visiblemente nervioso. Después de unos minutos, confesó que, durante un “experimento personal” en casa, se había introducido un lápiz metálico por la parte trasera, el cual ya no podía sacar.
Una radiografía reveló el objeto alojado profundamente en la zona pélvica, muy cerca de órganos delicados. El equipo quirúrgico actuó de inmediato y, tras 47 minutos de operación, lograron extraer el lápiz sin causar daños mayores.
Los médicos afirmaron que, aunque no es el primer caso de este tipo, definitivamente es uno de los más curiosos.