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¡Ojo con las quemaduras de sol!
Cuando te expones mucho al sol, la piel se quema, se pone roja y hasta se puede poner como “líquida” por dentro, es decir, se daña tanto que luego empieza a pelarse. Eso pasa porque las células de la piel se queman y se mueren.
Para evitarlo, usa bloqueador, no te expongas mucho y toma mucha agua. Si ya te quemaste, hidrata bien la piel y no te rasques para que no se infecte.