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Desde el lado científico:
Algunos estudios han explorado los efectos biológicos de tragar semen, pero no hay pruebas científicas fuertes que digan que trae grandes beneficios para la salud.
Desde el lado religioso:
Según varias religiones, este tipo de prácticas sexuales fuera de lo “natural” son mal vistas o incluso prohibidas, especialmente cuando se trata de tragar semen.