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La historia del perro que miraba todos los días el desagüe es una de esas narrativas que empiezan de manera misteriosa y se resuelven con un giro impactante. La trama cuenta que un perro, aparentemente obsesionado, miraba constantemente un desagüe en la calle. Los dueños, sorprendidos por su comportamiento, no lograban entender por qué el animal hacía esto todos los días.
El giro llega cuando, tras observar durante semanas, deciden investigar y descubren que el perro estaba esperando a que su dueño, que había caído en el desagüe tras un accidente, regresara. El perro había sentido la desaparición y seguía ese punto en busca de su dueño.
El relato subraya la lealtad extrema y la conexión emocional de los animales con los humanos.