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Randy Martin, un hombre de Virginia, vendió su Ford Sedan de 1936 en 1993 para poder pagar sus estudios. Aunque fue una decisión difícil, nunca olvidó el coche, que tenía un valor sentimental enorme para él. Su hija, Stephanie, decidió cumplir su sueño y, después de años de búsqueda, encontró el coche en Nueva Orleans. Lo compraron y lo trajeron de vuelta, sorprendiendo a Randy con el reencuentro. Su emoción fue inmensa, y el momento fue grabado en video. ¡Una historia de amor familiar y perseverancia!