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Aunque pueden parecer molestos o antiestéticos, los pelos en los oídos cumplen funciones importantes. Actúan como barrera natural contra el polvo, insectos y partículas, ayudando a proteger el canal auditivo y prevenir infecciones.
Su crecimiento aumenta con la edad, sobre todo en hombres, por influencia de la hormona DHT. También tienen una función sensorial, detectando movimientos de aire cercanos.
En resumen: no están ahí por casualidad, ¡tienen un rol protector clave para tu salud auditiva!
