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Es posible que estés lidiando con algo más que solo estrés o cansancio acumulado. Muchas personas experimentan fatiga constante, dolores musculares, dificultad para concentrarse o incluso cambios de humor, y a menudo estos síntomas son ignorados o mal interpretados.
Una de las posibles causas de estos malestares es la fibromialgia, una condición que afecta los músculos y los tejidos blandos. También puede deberse a deficiencias nutricionales (como falta de vitamina D, magnesio o hierro), deshidratación, problemas de tiroides, o incluso el síndrome de fatiga crónica.
¿Qué puedes hacer?
Consulta a un médico para realizarte estudios completos.
Mejora tu alimentación con frutas, verduras y alimentos ricos en nutrientes.
Duerme al menos 7–8 horas por noche.
Haz ejercicio moderado, como caminatas o yoga.
Evita el consumo excesivo de cafeína, azúcar y alimentos procesados.
Escuchar a tu cuerpo es el primer paso para recuperar tu bienestar. No ignores los síntomas: tu salud es prioridad.