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No confíe únicamente en los análisis de rutina para protegerse del cáncer. Es igualmente importante escuchar a su cuerpo y notar cualquier cosa que sea diferente, extraña o inexplicable.
A continuación se muestran algunas señales que comúnmente se pasan por alto:
1. Dificultad para respirar o silbido al respirar.
2. Tos persistente o dolor en el pecho.
3. Fiebres o infecciones muy seguidas.
4. Problemas para tragar.
5. Inflamación de ganglios en cuello, axilas o ingle.
6. Moretones o sangrados que no paran fácilmente.
7. Pérdida de peso sin razón.
8. Cansancio extremo sin explicación.
9. Dolores raros o que no se van.
10. Cambios en lunares o manchas en la piel.
11. Piel o ojos amarillentos.
12. Sangre en la orina o en las heces.
13. Cambios en el baño (estreñimiento o diarrea constante).
14. Hinchazón abdominal o sensación de llenura rápida.
15. Dolor al orinar o al tener relaciones.
16. Bolitas o bultos en el pecho u otras partes del cuerpo.
17. Ronquera o cambio de voz.
18. Acidez o problemas digestivos continuos.
19. Sudores nocturnos excesivos.
Si notas varias de estas señales por varios días, lo mejor es checarte con un médico. Más vale prevenir.