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Los supositorios pueden parecer inusuales, pero son una forma muy efectiva de administrar medicamentos, ya que evitan el sistema digestivo para un alivio más rápido. Ideales para la fiebre, el estreñimiento o cuando los medicamentos orales no son una opción, ofrecen un tratamiento directo y resultados rápidos.
Si nunca los necesitaste de niño, fuiste afortunado de disfrutar de buena salud. Para muchos, estos “pequeños balines” son una herramienta poderosa y confiable en el cuidado de la salud, brindando un alivio crucial cuando más se necesita.
