.
Cuando tus dedos se arrugan después de estar mucho tiempo en contacto con el agua, esto sucede por un fenómeno llamado vasoconstricción. Es una respuesta del sistema nervioso autónomo, que hace que los vasos sanguíneos debajo de la piel se contraigan. Esto provoca que la piel se encoja y forme arrugas, especialmente en las manos y los pies.
¿Por qué ocurre esto?
La explicación más aceptada es que las arrugas cumplen un propósito evolutivo. Ayudan a mejorar el agarre de las manos y los pies en superficies mojadas o resbaladizas, algo que podría haber sido crucial para nuestros ancestros al recoger alimentos o caminar en terrenos húmedos.
En resumen, no es simplemente que la piel absorba agua, sino un mecanismo funcional del cuerpo que está relacionado con nuestra adaptación al entorno.