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Cuando te tiembla el párpado, normalmente es una condición conocida como mioquimia palpebral, un espasmo involuntario de los músculos del párpado. Aunque puede ser incómodo, generalmente no es grave y desaparece por sí solo. Aquí hay información sobre sus causas y cómo manejarlo:
Causas comunes
Estrés: Es una de las principales razones. La tensión emocional o física puede provocar espasmos musculares.
Falta de sueño: Dormir poco o mal puede afectar los músculos faciales, incluyendo los del párpado.
Consumo excesivo de cafeína: Beber demasiados cafés, tés, refrescos o energéticos puede sobreestimular los nervios.
Fatiga ocular: Pasar muchas horas frente a pantallas o leyendo sin descansos puede tensar los músculos del ojo.
Deshidratación o deficiencia de nutrientes: Bajos niveles de magnesio, potasio o electrolitos pueden causar contracciones musculares.
Alergias: En personas alérgicas, el frotar los ojos puede provocar inflamación y espasmos.
Qué hacer para detener el temblor
Descansa la vista: Haz pausas de 20 segundos cada 20 minutos cuando uses pantallas.
Reduce el estrés: Practica técnicas de relajación como meditación o yoga.
Duerme lo suficiente: Intenta dormir de 7 a 9 horas por noche para permitir que tu cuerpo se recupere.
Evita la cafeína: Modera tu consumo de café, refrescos o energéticos.
Hidrátate: Bebe suficiente agua durante el día.
Masajea suavemente el párpado: Usa las yemas de los dedos para relajar los músculos.
Aplica compresas tibias: Coloca un paño tibio sobre el ojo durante unos minutos para aliviar el espasmo.
Cuándo preocuparse
Aunque la mioquimia palpebral es inofensiva en la mayoría de los casos, consulta a un médico si:
El temblor dura más de una semana.
El espasmo cierra completamente el ojo.
Afecta otras partes del rostro.
Se acompaña de visión borrosa, hinchazón o dolor.