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La diabetes es una enfermedad endocrina caracterizada por niveles elevados de azúcar en la sangre por encima de los niveles máximos establecidos a nivel mundial según los protocolos de diagnóstico, lo que afecta al resto del organismo si no se trata de manera oportuna y constante. Se caracteriza por ser una enfermedad crónica que se divide en dos tipos: diabetes tipo I con carga genética asociada y diabetes tipo II asociada a obesidad y de aparición tardía.
Tanto en la diabetes tipo 1 como en el tipo 2, los niveles de azúcar en la sangre son altos, superiores a 115 miligramos/decilitro. En otras palabras, los niveles normales de azúcar en sangre para los humanos oscilan entre los 80 y los 115 miligramos por decilitro, y en ese límite ya estamos ante niveles por encima de los recomendados.
Ahora, cuando se trata de hiperglucemia relacionada con la diabetes, estos niveles no deben medirse después de las comidas porque nuestro cuerpo normalmente eleva el azúcar en la sangre. Pero estas mediciones deben tomarse con el estómago vacío.
Esto significa que, por ejemplo, un nivel de glucosa en la sangre de 150 miligramos por decilitro de glucosa en sangre requiere consulta con un médico clínico, endocrinólogo o especialista en diabetes para hacer el diagnóstico correcto y determinar si está siendo tratado de manera contingente. Se supone que representa un estado de hiperglucemia. Se enfrenta a un nivel alto de azúcar en la sangre o diabetes.
Por otro lado, la hipoglucemia, niveles bajos de azúcar en sangre correspondientes a valores por debajo de los 70 miligramos por decilitro, es patológica.
Dicho esto, vamos a explicar cuáles son los síntomas más comunes de la diabetes y cuáles son las complicaciones si no se trata.
Síntomas de la diabetes
Cambios repentinos de la visión, con visión borrosa.
Sed constante
Polifagia o exceso del deseo de comer
Perdida repentina de peso, a pesar de la polifagia.
Aumento de la frecuencia miccional, es decir aumento de la frecuencia de orinar.
Debilitamiento muscular
Hormigueo, entumecimiento de pies y manos
Mareos frecuentes
Infecciones vaginales como candidiasis
Aumento de peso a nivel centro abdominal
Cicatrización lenta
Cambios dermatológicos problemáticos a nivel cutáneo, con sequedad excesiva y aparición de grietas.
Cambios de humos con irritabilidad
Aumento de la fatiga y cansancio generalizado.
Tendencia a la hipertensión arterial, es decir al aumento de la presión.
Complicaciones de la diabetes
Disminución de la visión
Ceguera
Problemas cardiovasculares
Los productos químicos se acumulan en el hígado a medida que el cuerpo utiliza la grasa para obtener energía. En casos muy graves, insuficiencia renal que conduce a tratamiento de diálisis y trasplante renal. Infección del tracto urinario. Producto del deterioro arterial periférico, el pie diabético daña los nervios periféricos y conduce al desarrollo de gangrena.
Recuerda, ahora sabes cuáles son tus síntomas, cuáles son tus complicaciones y cuáles son los niveles de azúcar en sangre normales y razonables para una buena salud, de ser así consulta a tu médico para un diagnóstico oportuno y el tratamiento adecuado.