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Hay personas que encuentran atractivo un lunar en la piel. Pero la mayor parte de las veces son alteraciones que debemos controlar. Estos lunares reciben el nombre de Nevus Cherry o Angiomas, suelen aparecer en personas de edades medianas o que tienen la piel muy blanca.

No son peligrosos, pero si aparecen en cantidad o muy rápido se debe ir al médico, ya que esto quiere decir que el organismo está sufriendo una alteración, por lo cual debemos estar atentos.

Se asocia a desórdenes de nuestro hígado, debido a una mala alimentación en donde se acumula muchas toxinas.

Es un crecimiento anormal de vasos sanguíneos pequeños.

Miden entre 1 a 4 milímetros.

Estos lunares rojos se encuentran en talones, espalda, pecho, axila, brazos, piernas, etc.

Los lunares rojos que están expuestos como manos, cara y otras partes del cuerpo, se deben comúnmente a una sobreexposición al sol, que debemos estar atentos.

Tener cuidado si son rugosos, irregulares, observar su textura y sus bordes, si miden más de 6 milímetros, debemos acudir al dermatólogo.

Observar a los niños de piel clara, también suelen presentar estos lunares rojos, se deben controlar.

Casi siempre suelen ser hereditarios.

En las mujeres pueden aparecer por desórdenes hormonales.

Aparecen también debido a la edad.

Acudir al médico cuando:

Aparecen en forma rápida en el tórax.

Si son asimétricos.

Si se va poniendo más oscuro.

Beber 2 litros de agua al día.

Limpiar intestinos y fortalecer el hígado.

Consumir vegetales frescos.

Consumir jugos de apio, zanahoria y alcachofa.

Comer aguacate y aceite de oliva.

Consumir el alga espirulina ya que absorbe las toxinas que están en el intestino.

Consumir 2 veces al día jugos de piña, granada, arándano, etc.

Consumir por las mañanas un vaso de jugo de limón.

Evitar productos lácteos, sustituir por leches vegetales.

Tomar infusión de diente de león 1 vez al día, esto depura el organismo.

Protegerse del sol.

Mantener la piel hidratada.

Consumir vitamina C en abundancia.

Remedios naturales más conocidos:

Aplicar una tableta de vitamina C sobre el lugar rojo en forma constante.

Aplicar un apósito con jugo de cebolla diariamente hasta que desaparezca.

Siempre es recomendable ayudarse de una dieta sana y equilibrada y así evitar que se acumulen toxinas en el organismo.