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Tener un gusano en el oído es una situación rara y alarmante. Aunque es más común que pequeños insectos como hormigas o moscas entren accidentalmente en el oído, también es posible que, en raros casos, gusanos o larvas lleguen a introducirse. Esto puede ocurrir debido a varias causas, incluyendo infecciones en el oído, infestaciones o ciertos entornos donde hay insectos parásitos presentes.
Síntomas de tener un gusano o insecto en el oído:
Dolor intenso en el oído: El movimiento de la criatura puede irritar las áreas sensibles.
Pérdida de audición: Si el canal auditivo está bloqueado.
Tinnitus: Un sonido zumbante o clics debido al movimiento del insecto.
Mareo: En algunos casos, el equilibrio puede verse afectado.
Secreción: Puede haber líquido o pus que drene del oído si se desarrolla una infección.
Qué hacer:
No introducir objetos: Evita usar hisopos de algodón u otros objetos para intentar sacar al insecto o gusano, ya que esto puede empujarlo más adentro.
Mantén la calma: Si es posible, intenta inclinar la cabeza para dejar que la gravedad ayude. En algunos casos, verter una pequeña cantidad de aceite tibio (por ejemplo, aceite de oliva) puede hacer que la criatura flote hacia afuera, pero solo si estás seguro de que no hay perforación en el tímpano.
Busca ayuda médica: Es importante acudir a un médico o a urgencias lo antes posible. Ellos pueden quitar el gusano o insecto de manera segura utilizando herramientas especializadas.
Si no se trata, la presencia de cuerpos extraños en el oído puede provocar infecciones o daños a largo plazo.