Una de las pirámides más emblemáticas de la Zona Arqueológica de Ihuatzio, en Michoacán, sufrió un colapso parcial el pasado 29 de julio de 2024, como consecuencia de las condiciones climáticas extremas que han azotado la región en las últimas semanas. La estructura afectada, conocida como el Basamento Sur, es una de las principales edificaciones del sitio y ha sido gravemente dañada en al menos seis de sus cuerpos escalonados.
El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) informó que este colapso se debió a una combinación de factores climáticos que comprometieron la integridad de la pirámide. Durante las últimas semanas, la zona experimentó un calor extremo que debilitó la estructura de la edificación, provocando la aparición de grietas. Posteriormente, las intensas lluvias que siguieron a este periodo de calor aceleraron el deterioro, llevando al colapso parcial de la pirámide.
Ante la magnitud de los daños, el INAH ha tomado medidas inmediatas para evaluar la situación. Un equipo de expertos ha sido enviado al sitio para realizar un diagnóstico detallado de los daños y coordinar las labores de restauración necesarias. Además, el instituto activó el seguro que protege esta valiosa zona arqueológica, lo que permitirá financiar los trabajos de recuperación.
El responsable del INAH en Michoacán, Marco Antonio Rodríguez Espinosa, ha señalado que la restauración de la pirámide requerirá una inversión significativa, estimada en alrededor de 3 millones de pesos. Este monto será destinado a reparar los daños y a implementar medidas preventivas que eviten futuros colapsos en la zona.
La pirámide de Ihuatzio es más que una construcción antigua; es un tesoro histórico que representa el legado cultural de los purépechas, una de las civilizaciones prehispánicas más importantes de México. La pérdida de parte de esta estructura no solo afecta el patrimonio tangible, sino que también tiene un impacto emocional en la comunidad y en todos aquellos que valoran la herencia cultural de México.
La importancia de preservar sitios arqueológicos como Ihuatzio no puede ser subestimada. Estas construcciones son testigos silenciosos de la historia y cultura de las civilizaciones que habitaron estas tierras hace siglos. La conservación de estos lugares es fundamental para que futuras generaciones puedan conocer y aprender de su legado.
Una parte importante de una gran pirámide de la Zona Arqueológica de Ihuatzio (México) se vino abajo a causa de las lluvias torrenciales. La pirámide fue construida sobre una plataforma por los antepasados del pueblo purépecha y esta datada en torno a 1.100 años. Algunas pic.twitter.com/yPnaKzvnmz
— Crónica de Arqueología (@ivandiazsm) August 19, 2024
En este contexto, la recuperación del Basamento Sur se convierte en una prioridad para las autoridades y expertos en conservación. La restauración no solo buscará devolver a la pirámide su forma original, sino también reforzar su estructura para resistir mejor las inclemencias del tiempo. Este esfuerzo será clave para asegurar que la pirámide de Ihuatzio continúe siendo un símbolo del patrimonio prehispánico de México.
¡No puede ser! ⛈️🚨 La pirámide de Ihuatzio, una de las joyas arqueológicas de México, ha sido afectada por las lluvias que se han registrado en todo el país.
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— Excélsior (@Excelsior) August 22, 2024
Es imperativo que se tomen todas las precauciones necesarias para evitar que incidentes como este se repitan en el futuro. La combinación de calor extremo y lluvias intensas es cada vez más común debido a los cambios climáticos globales, y las estructuras históricas no están exentas de sufrir las consecuencias. Por ello, los especialistas están considerando la implementación de nuevas técnicas de conservación y monitoreo para proteger mejor estos sitios.
El colapso de esta pirámide en Ihuatzio es un recordatorio de la fragilidad de nuestro patrimonio cultural y la necesidad de redoblar esfuerzos para su conservación. A medida que el INAH y otros organismos trabajan en la restauración de esta invaluable estructura, la esperanza es que estos esfuerzos sirvan como modelo para la protección de otros sitios históricos en riesgo en todo México.
