Nada expresa amor y lealtad como los perros. Estoy convencido de que estas criaturas fueron enviadas por Dios para mantenernos a salvo y para hacer nuestros días un poco más brillantes. Aquellos que nunca han tenido un perro nunca aprenderán lo que significa tener un amigo de por vida.
Byron Taylor es un hombre que tiene una historia que contar, y esta involucra a su perro Geo, un Bullmastiff galés raro de 6 años. Todo comenzó cuando Byron rompió con su novia. Se sintió devastado y deprimido, y encontró salvación en el alcohol. Perdió sus ahorros y no encontraba una razón para seguir adelante con su vida, así que decidió ponerle fin. Sin embargo, Geo no iba a dejar que el plan de su papá funcionara.
El momento en que Geo vio la soga, supo que algo andaba mal y corrió a morderla. Lo mismo sucedió un par de veces más, y ver la cuerda en la boca del perro hizo que Byron reconsiderara su decisión de suicidarse. Volvió en sí y abrazó a Geo tan fuerte que todo empezó a tener sentido de nuevo.
Lamentablemente, poco después, a Geo le diagnosticaron un tumor cerebral inoperable e incurable. Eso significaba que no le quedaba mucho tiempo, así que su papá decidió hacer que sus últimos días en la Tierra fueran los mejores que jamás hubiera tenido. Apenas dos meses después del devastador diagnóstico, Geo falleció en los brazos de su papá.
Geo ya no está, pero su papá se asegura de que su memoria viva contando a todos cómo ese perro amoroso le salvó la vida. Esta historia es un tributo especial a un increíble canino que hizo una diferencia. Descansa en paz, dulce Geo, nunca serás olvidado