Por Susana Nunez
Bella, una niña de diez años, encuentra un refugio en el dibujo mientras su familia atraviesa tiempos difíciles. En medio de las constantes disputas entre su padre, Thomas, y su madrastra, Denise, Bella usa su cuaderno de bocetos para escapar de la tensión en casa. Su mundo se llena de colores y formas mientras el ambiente familiar se torna cada vez más hostil.
Durante un picnic familiar, Bella se aleja de la tensión creada por Denise, quien critica a Thomas por su situación económica y menosprecia las aspiraciones artísticas de Bella. Denise considera el deseo de Bella de asistir a una escuela de arte como una pérdida de dinero. Bella, frustrada por la actitud de su madrastra y el desorden dejado por otros visitantes, decide limpiar el área alrededor del merendero.
Mientras recoge la basura, Bella encuentra una cartera en el suelo. Al examinarla, descubre una pequeña cantidad de dinero y una nota con un número de teléfono. Emocionada, Bella se la lleva a su padre, quien intenta contactar al propietario. Denise, al ver el dinero, lo roba discretamente. Cuando llega el dueño, un hombre agradecido, se da cuenta de que el dinero ha desaparecido, y Bella se da cuenta de que Denise ha robado.
No pudiendo soportar la injusticia, Bella se adentra en el bosque cercano. En su búsqueda de un lugar donde escapar del conflicto, descubre una antigua mansión y un pozo olvidado en el jardín. La curiosidad la lleva a asomarse al pozo y, al ver algo brillante en el fondo, decide intentar recuperarlo. Con esfuerzo, logra sacar una caja de joyas ornamentada y una carta antigua.
La carta revela que las joyas fueron escondidas por una madre para su hija, Rosa, para evitar que su hijo mayor se quedara con todo después de su muerte. Consciente de la importancia del hallazgo, Bella decide devolver la caja a Rosa. Al llegar a la mansión, le entrega la caja y la carta a Rosa, quien, emocionada, reconoce las joyas y agradece a Bella por su honestidad.
Rosa le ofrece a Bella ayuda para cumplir su sueño de asistir a la escuela de arte. Bella regresa al picnic, donde Denise, enfurecida, la reprende por devolver la caja y no quedarse con el tesoro. Thomas, defendiendo a Bella, le dice a Denise que si no puede aceptar el acto de integridad de Bella, quizás debería considerar irse. Denise queda en silencio, y la familia regresa a casa con una nueva sensación de paz.
Bella, satisfecha con su decisión, se siente fortalecida y reconfortada. Su valentía y honestidad no solo han restaurado su propia moralidad, sino que también han ganado el respeto de su padre. La familia, aunque aún con tensiones, empieza a sanar con el tiempo, y Bella continúa persiguiendo su sueño artístico con el apoyo de Rosa.