Hasta el momento, Didi no le ha brindado apoyo a la usuaria de su plataforma para recuperar sus pertenencias.
Fabiola, artesana, fue víctima de robo por un conductor de Didi, quien al llegar a su destino en la alcaldía Iztapalapa huyó con sus pertenencias: bolsas con artesanías de bordados y grabados. A pesar de que la víctima ya denunció la situación en la plataforma, no ha podido recuperar sus pertenencias.
Los hechos ocurrieron el pasado 7 de julio, cuando Fabiola solicitó un auto de la plataforma tras acudir a una feria en el Faro de Oriente, en donde había puesto a la venta sus artesanías.
Así, Enrique, chofer de un auto rojo, Nissan Versa, placas NZL6245 acudió por ella. Debido a lo voluminoso de sus pertenencias, dos de sus amigos le ayudaron a meterlas en la cajuela, pero al llegar a su destino, el conductor se llevó todo.
“Al llegar a mi destino descendí del vehículo y el conductor traía arriba sus vidrios, se arrancó con mis cosas en su cajuela y yo por más que grité no me escuchó. Reporté la situación a la aplicación y sólo me dieron un número para comunicarme con el conductor al cual me mandaba a buzón, y en los mensajes por medio de la misma más tarde me comentó el conductor que en efecto ahí en su cajuela estaban mis maletas, le dije que le pagaba el viaje para que me las trajera pero ya no recibí respuesta”, denunció.
A través del chat de la plataforma Didi, le brindaron asistencia; sin embargo, le hicieron saber que ésta no se hace responsable por la pérdida de algún objeto.
“Recuerda que DiDi no se hace responsable por la pérdida de ningún objeto (…) Nuestro equipo de DiDi funciona como intermediario entre pasajero y el conductor”,
Asimismo, le brindaron un número “enmascarado” que le permitió establecer contacto con el chofer, pero solo por 72 horas, lapso en el que no obtuvo respuesta.
La artesana dijo sentirse extremadamente preocupada, porque llevaba producción artística y artesanal, entre las que se encuentran 21 grabados de uno de sus compañeros talleristas y 53 pares de aretes bordados de su coordinadora de los talleres Pilares; además de dos piezas pictóricas, un juego de veinte pinturas prehispánicas sobre papel amate, y un caballete para mostrar las pinturas.
Además, de 3 kilos de cacao en semilla y 20 piezas de cacao molido, semillas de cacao de diferentes regiones del país, plumas de muda, minerales, piezas de cerámica pintada y de barro, un termo de dos litros con bebida de cacao, insumos para servir la bebida como vasos de cartón, y cucharas.
También frascos de esencias de aromas distintos, difusor, dos lava pinceles, paquete de pinceles, veinticuatro plumones Sharpie en una lapicera artesanal, tarot de hongos, lapiceras de tortilla, báscula gramera, bobinas de henequén y rafia, tres manteles y dos carpetas bordadas de diferentes regiones de México, una mazorca seca, frascos pequeños, espejo redondo, bolsas de celofán y papel estraza, diurex, cuaderno para notas, así como material reciclable.
“Toda esta situación me ha desgastado mucho porque la aplicación de Didi no se hace responsable por sus conductores ladrones, que aprovechando la situación se está convirtiendo en una práctica muy común. Didi encubre a los conductores, estoy haciendo las denuncias correspondientes pero si logramos visibilizar este modo de operación quizá pueda marcar alguna diferencia.
“Me es desgastante porque estoy haciendo malabares entre mi sustento, mi trabajo, el recuperar o reparar las pérdidas a las personas que confiaron en mí y me prestaron sus productos y los gastos que siguen corriendo”, expuso.
